(O sobre la muerte de la inocencia)
Vacía
como flotando en una nube de leche
que le roba el sol a la tarde
me pesan los ojos
y un recuerdo patea mis canillas
¿Sal o limón?
Tengo un vestido de heridas abiertas
Que son ventanas
En mí mora una niña
que renunció a su inocencia
tras la vulgar acechanza del cuidador del colegio
Se llama Rebeca,
eligió su nombre cuando descubrió que M estaba sucia
y L daba risa
duerme
aunque a veces se despierta
todavía sueña
aunque cada vez con menos frecuencia
la vida le pasa,
le pesa,
pero la lleva en hombros
con la fe que le dice
que un día alguien
¡por fin!
bajará el telón
Mi niña sueña
mi niña llora
hoy mi niña está despierta
La tarde huele a chocolate
afuera llueve.
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