jueves, 17 de enero de 2019

Veinticuatro




Un día es un cardumen de veinticuatro peces muertos 
que flotan sobre un mar 
de gelatina

un hombre desnudo frente al espejo
que se mira y se recuerda porqué odia a los cerdos

una taza de chocolate
que hace más de trescientos sesenta y cinco días
dejó al azúcar sentado en una sala de espera
con un reloj 
sin pilas

Una caricia
al ala
de una mariposa
con un guante 
de lija
con un pico 
de botella

la gota de limón 
que hierve en la herida que aún no sana

Un día es algún día

el hueco que queda
después del ojo afuera
un banquete ofrecido por Isabel II
el día que el hambre abandonó a la tierra

Un día es un cardumen 

de peces

veinticuatro

muertos

que flota

sobre un mar

de gelatina