domingo, 31 de julio de 2011

Y a pesar de todo, sé que es mi culpa!



Por tu culpa he vuelto hacer lo que no es debido.

Decidí que es mejor contarte las pecas
a querer lograrlo con miles de ovejas,
que saben como burlarse de mi,
antes de quedarme dormida.

Decidí que prefiero escribir canciones,
o uno que otro poema tonto,
a pedir explicaciones.

Decidí también que seré valiente
y enfrentaré con gallardía
a ese ejército de mariposas
que invade mi estómago
cada vez que te cuelas en mis pensamientos
o que me encuentro contigo de frente.


Por tu culpa se me olvidó otra vez que la fantasía es cosa de niños.


Por tu culpa sonrío con apenas un recuerdo
y cuento los segundos que separan
a esta niña perdida
del muchachito que toca el piano.


Por tu culpa se me enreda la cabeza,
confundo una que otra palabra
y convierto una que otra canción
en el himno que acompaña mis días,
ese que hace que en medio de una torrencial lluvia
salga el sol.

Por tu culpa

y solo por tu culpa

a mi corazón se le olvidó bombear sangre
y,
a cambio,
se dedicó a guardar brasas de ilusiones
que hacen que me sienta tibia por dentro
y que,
cada vez que te recuerde,
un escalofrío se adueñe de mi espalda.


Por tu culpa le robo minutos a mis horas de sueño,

le pido a Dios excusas por no dedicarle más tiempo a nuestras charlas nocturnas

y me dedico a mantener esa sonrisa tonta

que aparece

con solo evocarte...


¡Por tu culpa, Rodrigo, por tu culpa!


Hoy vuelvo a sentir que el amor existe

y que más que preocuparme por llenar requerimientos
ridículos para sentirme plena,

me dedicaré a quererte
de cerca y de lejos,

con seguridad y con miedo,

con la franqueza de mis células

y lo firme de mis huesos


imperfectos,


torpes,


esos que atestiguan

que cada que pienso en ti

de los pies a la cabeza,

tiemblo.




viernes, 22 de julio de 2011

Te tomé prestado para escrubir un par de cuentos
para inventarme un par de sueños
para robarme un par de versos

Y sí...

Uno puede enamorarse del frío
de la música
del dolor.

Uno puede enamorarse del viento
cuando le acaricia sin querer
el pelo.

Uno puede enamorarse del sonido de las gotas de lluvia
que al caer
puede ser
dulce,
erótico,
doloroso,
fatal.

Uno puede enamorarse de los sueños,
de las líneas de Bach
y de los colores de Tchaikovsky.

Uno puede enamorarse de la soledad,
de las ovejas que cuenta antes de dormir
y de las pesadillas de las que quiere despertarse.

Uno puede enamorarse del miedo,
de la angustia,
de la nostalgia,
y del deseo.

Uno puede enamorarse
de un cello,
de un piano,
de un fagot o de una flauta

de la música...

De esa que se escucha de fondo
en alguna escena de una película
y de la que lo acompaña a uno
cuando quiere cerrar sus ojos para siempre.

Uno puede enamorarse tantas veces y de tantas cosas.....

Enamorarme es mi vicio y como tal me hace daño.

Me enamoré de un ruido....de tu ruido y tu locura
de tus ojos
de tus manos y de la punta de tu nariz
de tus miedos
de lo que escuchas y de lo que no quieres volver a escuchar jamás.

Me enamoré de tus dedos sobre el piano
de tus ojos cerrados cuando tocas
y del justo momento en que los abres.

Me enamoré de tu voz,
de tus manos en las cuerdas de una guitarra prestada,
del cigarrillo que se quedó en mi carro
y del forro de la cámara
que tiene otro vicio adentro
también en mi carro.

Me enamoré de tu música
de tus fortes, de tus pianos
de tus sueños de dormido y de despierto.

Me enamoré de ti.

Y todos los días
te pienso
te amo
te quiero
te dejo
te olvido
te sueño
te miento
y
te creo...

Mi nuevo vicio tiene siete letras
un par de pecas desordenadas
y muchas ganas de volar.

Mi nuevo vicio tiene nombre de señor serio
una voz que me arrulla aún sin querer dormirme
y una locura prestada,
una locura que ata,
que me ata
y de la que no me quiero soltar.




miércoles, 20 de julio de 2011

Entre ayer y hoy.

Hoy conté los colores del arco iris más de siete veces.

Hoy me sequé las lágrimas siete veces más de las que conté los siete colores del arco iris.

Hoy me devolví en el tiempo, escarbé recuerdos y ensucié mis manos con nostalgia.

Hoy me tropecé de nuevo con ese sueño infantil de encontrar un cuento.

Hoy, diferente a ayer, no toqué mi guitarra.



Ayer quise llevarla a tu casa para cantarte la canción que escribí pensando en ti.

Ayer me levanté con una sonrisa grandota que se agrandó mucho más al llegar la noche,

pero que se convirtió en llanto casi a la madrugada.



Ayer me removí una herida por tonta, terca y confiada.


Entre ayer y hoy se me volvió a enredar la pita que elevaba mi corazón en una cometa hecha con polvo de estrellas de mar.


Entre ayer hoy se me olvidó escribir canciones que son cuentos con finales felices.

Entre ayer y hoy he convertido en suspiros,

corrientazos en el estómago y ojitos aguados

ese sueñito que compartía secretamente contigo.


Sí.


Secretamente creía que también lo compartías.




Es por eso que decidí contarle los colores al arco iris.


Creo que así invertiré mejor el tiempo.

Es posible que al final de cada color encuentre una mariposa que me de piezas de un rompecabezas....ese que quedó incompleto hace casi dos años....
la que pensé tendrías y usarías
para por fin llenar esa rendija
por la que pasa tanto frío.

miércoles, 6 de julio de 2011

Ya llegará el momento

Ya llegará el momento en el que vuelva a reírme con muchas ganas,

de soñar con que los globos son más potentes que los aviones

y que es posible llegar a la luna con apenas dos pipetas de gas.


Ya llegará el momento en el que no tenga que rendirle cuentas a nadie,

en el que este pasado que estoy construyendo traiga brisa de esperanza

y fortalezca la fe de un futuro incierto.


Ya llegará el momento

en el que esas gotas de agua

que se escapan de mis ojos

sean la materia prima de sonrisas

que jamás he soñado despertar...



A veces siento que no soy capaz de hacer feliz a alguien....



mucho menos a mí misma.



Ya llegará el momento en el que todo esto pase.



En ese momento de los árboles cortados brotarán nuevas ramas

y las recién cortadas que hoy entorpecen mis pasos

estarán carcomidas por el hongo,

muy seguramente hechas polvo

y guardadas en ese olvido del que no se escapa un mal recuerdo.




Para que ese entonces llegue, necesito sobrevivir hoy...



Ya llegará el momento en el que vuelva a verme,

en el que sepa quien soy, en que momento estoy

y a donde carajos me dirijo...



Por el momento solo tengo este segundo

en el que respiro,

por inercia vivo,

y trato de convencerme a mi misma

a través de una pantalla y muchas letras

que todavía existo.