miércoles, 20 de julio de 2011

Entre ayer y hoy.

Hoy conté los colores del arco iris más de siete veces.

Hoy me sequé las lágrimas siete veces más de las que conté los siete colores del arco iris.

Hoy me devolví en el tiempo, escarbé recuerdos y ensucié mis manos con nostalgia.

Hoy me tropecé de nuevo con ese sueño infantil de encontrar un cuento.

Hoy, diferente a ayer, no toqué mi guitarra.



Ayer quise llevarla a tu casa para cantarte la canción que escribí pensando en ti.

Ayer me levanté con una sonrisa grandota que se agrandó mucho más al llegar la noche,

pero que se convirtió en llanto casi a la madrugada.



Ayer me removí una herida por tonta, terca y confiada.


Entre ayer y hoy se me volvió a enredar la pita que elevaba mi corazón en una cometa hecha con polvo de estrellas de mar.


Entre ayer hoy se me olvidó escribir canciones que son cuentos con finales felices.

Entre ayer y hoy he convertido en suspiros,

corrientazos en el estómago y ojitos aguados

ese sueñito que compartía secretamente contigo.


Sí.


Secretamente creía que también lo compartías.




Es por eso que decidí contarle los colores al arco iris.


Creo que así invertiré mejor el tiempo.

Es posible que al final de cada color encuentre una mariposa que me de piezas de un rompecabezas....ese que quedó incompleto hace casi dos años....
la que pensé tendrías y usarías
para por fin llenar esa rendija
por la que pasa tanto frío.

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