viernes, 3 de junio de 2011

Al mejor postor

Hoy di gritos de dolor que nadie quiso escuchar.

Hoy me sentí tan invisible,
que no me quedó de otra que saltar en cualquier hueco,
perfecta trinchera en una guerra que tengo casi perdida.

Llamé,
pedí,
clamé,
pero nadie vino a mi encuentro.

Hoy decidí olvidar caras,
besos,
sueños y hasta recuerdos....

Hoy tuve que correr...
tanto...
tanto para escapar de mi misma,
que todavía no siento el suelo.

Hoy.

En una tarde de Junio
me persiguieron tantas sombras
que confundí lo real con lo inventado....

Hoy necesité tanto,
a los llamados amigos...
que ofrecen a diestra y siniestra tenderme su mano.

Hoy los necesité como nunca....
como nunca pensé que llegaría a necesitarlos.

Hoy perdí la vergüenza, el miedo, la pena.

Hoy grité de dolor...
me enredé en los pocos árboles que quedaron...
en un sol agonizante
en el humo de un cigarrillo
en las teclas de un piano....

Tchaikovsk, un tal Tchaikovsky....
me sedujo con sus notas
y a este ir y venir
cuidadosamente me trajo.....

Hoy fui loca,
necesitada,
cuerda faltante de un arpa que ya nadie toca...

Hoy me sentí inmensamente sola.

Cerré las puertas de mi alma,
barrí la última esperanza...
abrí un libro que hacía rato no leía
quien fuera a creerlo...
ese libro, empolvado, releído y viejo,
fue quien me devolvió la calma...

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