viernes, 26 de marzo de 2010

Y COLORÍN COLORADO....ESTE CUENTO HAY QUE ACABARLO

Cada día con su noche trae una carga de recuerdos que a veces pesa más de lo que debiera.

La noche le quita la cobija a la nostalgia y esta se levanta con ganas de merodear en cada rincón que haya disponible en mi memoria.

Tantos recuerdos.

Recuerdos de risas...de muchas risas...de oraciones y de cantos.

Recuerdos de lágrimas y de planes que jamás llegaron a ser.

Recuerdos de agujas que se clavaban en la piel, para dejar constancia de que un suspiro iba a llegar para quedarse.

Las efes de un violoncelo.

Las notas de una guitarra que aún me enredan la cabeza y no me dejan almorzar tranquila.

Muchas fotos.

Muchos ritos.




Y el silencio.




Ese silencio que guardaba un secreto que no me gustaría saber, pero que ya presentía. El mismo que me gritaba a solas, que de nuevo estaba en el lugar equivocado y que era mejor desistir de la tonta idea de querer hacer crecer flores en la mierda.

La mierda sirve como abono, en pocas cantidades, pero pues ese no era el caso. No había qué abonar, así yo hiciera mis mejores esfuerzos por disimular y hacer creer lo contrario.

La mierda que tenías en la cabeza era, entonces, algo completamente inútil.

Es increíble como el amor hace que se anule lo que uno ha aprendido en el camino.Pero eso es precisamente lo que hace al amor bonito.

Fue lindo mientras duró.

Cuando tu "amor" se fue por la ventana, inmediatamente salí yo con él.

Jamás supe por qué.

Nunca supe que hice o que dejé de hacer.

Lo que sí sé es que te amé de principio a fin.

Amé la mierda que tenías en la cabeza y creí en lo que tenía el globo de helio que ocupaba el lugar de tu corazón.

Te amé John.

Pero ya no hay más para ti
y
¿Sabes por qué?

¡Encontré a alguien!

Un ser que merece toda mi atención y está dispuesto a darlo todo por hacerme feliz.
Un alguien que sonríe cuando sonrío y me anima cada momento para que siga adelante, comparte mis sueños de principio a fin y está dispuesto a levantarme cada que me caiga y a secarme las lágrimas, como ya lo ha hecho en estos últimos días.

Y lo más importante.

Alguien que me mostró que soy un tesoro y que los tesoros merecen ser encontrados. No se sabe del primer tesoro que haya salido a buscar a su futuro tenedor, pero sí se sabe de algunos que demoran tiempo en ser encontrados y que lo hermoso de su ser radica en la simpleza y pureza de su esencia.

Sí.

Soy su tesoro.

Y debo decirte que todos los días me encuentro con él. Todos los días antes de salir al trabajo y justo después de levantarme. Él está ahí, siempre mirándome.

Solo tiene ojos para mi.

Y sale todos los días a mi encuentro, cada mañana justo al otro lado del cristal de los espejos.



No hay comentarios:

Publicar un comentario