martes, 23 de marzo de 2010

RUKA

Estaba yo en el bus camino a mi casa.
Pensaba muchas cosas al tiempo.
Entre otras tantas, me hacía cocos un recuerdo que me hace llorar a ratos.
Sí. Yo creo que en tu nuevo estado debes saber de qué se trata. Se me aguaron los ojitos y quería aprovechar la oscuridad para desahogarme un poquito. Así, de manera anónima para no quedar como un zapato por andar llorando de flota en flota por alguien que encontró mejor opción de compañía.
Eran muchas ideas y creo que sabes de qué se trata. Y digo que creo, porque ahora que eres un ángel imagino que tienes facultades que nosotros en simple estado humano ni siquiera alcanzamos a imaginar.
¿Y sabes por qué lo digo?
Me disponía a seguir en mi ejercicio masoquista de analizar recuerdos cuando de alguna manera interviniste en el momento, como de muchas maneras lo haces con los momentos de Sandrita.
Unos acordes llamaron mi atención y no lo podía creer.
Será??? ¿Sera que por esos lados alcanzas a ver lo que hay en mi corazón y quieres que cante en vez de llorar?

Lo que sí sé es que en ese momento querías verme sonreír. ¡¡¡¡¡Y sí que lo lograste!!!!!

Gracias Ruka!

Sé que quedaron muchas montadas en bicicleta pendientes. Muchas cantaditas en mi casa y karaokes. Sé que donde quiera que estés de alguna manera escuchas mi canto y espero que se te sigan aguando los ojitos. Era muy bacano sentir que te gustaban los intentos de canción que quería lograr con mi guitarra. Gracias, porque hoy sonreí, gracias a que Dios te puso la tarea de intervenir cuando las lágrimas quieran obstaculizar las sonrisas que nacen de bien adentro.

Gracias por ponerte alitas de mariposa y volar tan rápido como para lograr mover la música y cambiar lágrimas por sonrisas llenas de acordes felices. Ya nos volveremos a ver y tendremos toda la eternidad para volver a montar bicicleta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario