miércoles, 1 de junio de 2011

Tengo la cabeza enmarañada

Hace algunos días le llamaba amor....
creía que era parte de hacer realidad mis sueños de infancia,
esos que se entretenían en mi tiempo haciéndome fabricar una idea de un futuro perfecto que se
encuentra muy cerquita de donde está la felicidad y de un príncipe azul.


Siguiendo esa idea me enamoré un millón de veces.

Tal vez demasiadas para una mujer de 31 años con sueños de niña de cinco. Me dí permiso para sentir cosas que me hicieran reír sin necesidad de cosquillas.

Caminé,

me caí,

me reí mucho

y también lloré.

Todo por sentir ese consabido concepto viviendo en cada una de las células de mi cuerpo.

Hoy paré para devolver la cinta y sacar conclusiones.
Encontré nombres y números...horas, sueños y muchas incoherencias que hacen que entienda que el amor nunca ha cruzado por este puente.

Nombres y números.

Letras...muchas letras que respaldan deseos incumplidos pero aún esperados, sueños de infancia que se rehúsan a desaparecer muy a pesar de ser la mayor parte de una inocencia perdida.

Hoy me di cuenta de que no tengo un norte. De que busco compañía porque le tengo miedo a mi cabeza. Es mejor enamorarse a tener que escuchar mis propios pensamientos, es mejor pensar en alguien, en ese galán de turno, a tener que enfrentar mis miedos, esas voces que me cuentan cuentos que, a veces, no quiero oír, que me llevan por un mundo en el que solo yo vivo y necesita ser, para mi desgracia, explorado.

Hoy descubrí que el amor ha sido una excusa para escapar de mi.

Esa voz está ahí siempre. Mostrándome lo que quiero ver, diciéndome lo que quiero escuchar y haciendo que mi choque con la realidad sea tan sutil como el estrepitoso choque de un tren en una iglesia, en el preciso instante de la genuflexión.

domingo, 8 de mayo de 2011

Mientras me llega la hora

Dime que siempre vas a estar ahí

que no me dejarás caer

y que por más ruidosa que sea mi compañía
jamás vas a dejarme sola.


Dime que me amas a pesar de ser insoportable,

que me soportas aunque mi amor no sea tan bueno,

y que me acompañas así la luz de mis sueños se apague.


Dime que te gusta oír mi voz,

que me necesitas,

y que mi paseo por aquí no es del todo infructuoso.


Dime que soy importante para ti

a pesar de lo irrelevante que soy en cada espacio de esta tierra.


Dime que sonríes cuando me escuchas cantar

y que muy a pesar de mi tristeza

disfrutas lo que escribo

sin importar el destinatario.


Dime que te importo,

que me amas,

y que un día

- ese que ya tienes destinado para el despegue-

abrirás la puerta de tu casa,

me entregarás la partitura de tu obra

y me darás ese lugar que tanto te pido

en un coro de ángeles.

Ese que se dedica a cantar

para embolatar tu tristeza,

secar tus lágrimas,

y hacer saber

que más allá de este infierno

todavía hay alguna esperanza.



jueves, 5 de mayo de 2011

No te vayas.

Caminar cerca a un lago

con brisa fresca...

El sonar de las hojas que caen...

de su choque con el suelo...

Un sol de verano a las cinco de la tarde,

una infancia atesorada,

recuerdo de chocolate y galletas,

preparado por la abuelita Angélica...

Sonar del batir de alas

de ángeles que se niegan a partir
....

Viento fresco

sueños nuevos

¿A dónde te has ido?

¿Por qué hoy ya no estás conmigo?

¡Inocencia!

¡no te vayas!

¡quédate siempre conmigo!

Finge que nunca te fuiste

y decídete a acompañarme.

Con eso,

si pronto muero,

recibiré con ojos abiertos

a un ángel más.

No al ángel que apagará la luz,

que atará mis pasos

y sellará mi historia

con un frío y eterno abrazo

¡Inocencia!

¡No te vayas!

¡quédate siempre conmigo!

martes, 3 de mayo de 2011

Una punzadita

Dicen que uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde.

En estos días lo he sentido y no me ha gustado nada.

Hace unos días se me clavó una estaca.

Sí.

Una estaca en el corazón que me recuerda que estoy viva
y que lo hermoso, pero frágil de este regalo que me hizo mi Padre hace 31 años, puede estar pendiendo de un hilo.


No es esa estaca que se clava por lo estúpido de un desamor o por el miedo a quedarme sola.

Es una punzada que queda después de mucho café, montones de dulces en las tardes de un domingo y uno que otro respiro de humo que hace que las penas se las lleve el viento.

Esa punzadita hace que la inquilina de estos 149 centímetros de estatura tenga miedo de no abrir los ojos
mañana
y que,
de un momento a otro,
pase a ser un recuerdo en algún álbum de fotos .

Esa estúpida estaca, hace que muy pronto tenga que ver a esos señores de batas blancas que tanto detestaba el abuelo,
y que verlos,
más que un anhelo,
sea una necesidad.

Algo que me de una luz, y no precisamente la que lleva a la eternidad.

Esa estaca está ahí amenazante... se retuerce cada vez que me asusta algo tonto y revive a ratos para recordarme que mi vida, como la de una mariposa, es un poco más que frágil.

Jamás pensé escribir acerca de este miedo.

Miedo a cruzar el río sin que mi mamita me lleve de su mano. Miedo a que el abuelo deje de escuchar mi risa y miedo a que mi perrita ya no tenga a quien salir a saludar.

Maldita punzada.

Ya me cae gorda.

Por el momento habrá que seguir caminando.

Hacer como si no existiera.

Esperar a que pase el tiempo en ese mundo en el que no seré más que un recuerdo, para poder visitar a los señores de blanco,

algo que odio mucho más,

y más ahora,

que el tener que cargar una sombrilla en mi maleta.

jueves, 21 de abril de 2011

Me hacía falta

Ya me hacía falta sentir tus dedos,

Perderme en tu pelo,

Morderte los labios.


Extrañaba tanto tenerte tan cerca,

Escuchar tus sueños,

el tambor en tu pecho.


En una sola noche

dejé de extrañarte

pudimos tenernos,

atarnos,

dejarnos.


Volver a sentirte

Volver a escaparnos

con algo de miedo

me enredé en tus lazos.


No hay afán de nada...

Del miedo queda tan poco....

y de esa noche guardo

un recuerdo agridulce

que da escalofríos

que recorren mi espalda

al oler en mi almohada

tu olor a chocolate.







lunes, 18 de abril de 2011

A quien pueda interesar.

A los que dicen tener respuesta a todo.

A los que creen saber cuando en realidad no saben ni a que sabe un dolor de muela.

A los salvadores de desesperanzados y recolectores de almas perdidas.

A los poetas baratos y escritores de pacotilla.

A los ángeles con alas de parafina y parlamento de teatro barato.

A los ladrones de historias y doctores de hospital en quiebra.

A los que huelen a cigarrillo y apestan a poesía de bus ejecutivo.

A los que saben que no saben y aún así pretenden que saben.

A esos,

A aquellos,

A los que ya no quiero

Y de seguro nunca quise.

A los que están en el olvido,

Les quiero pedir un favor:

En poco tiempo pasará un tren.

Es un tren con muchos puestos, poca luz y olores fétidos.

Abórdenlo, no tengan miedo.

Es mejor viajar en un tren que lleve directo al infierno,

Que querer mostrarme luces que no me interesa encender,

Contarme historias que no volveré a creer,

Y dejarme olores que no me dan sino ganas de vomitar.

¡¡¡Váyanse lejos!!!

A vivir en su perfección de mierda,

entre los versos difusos en un billete de mil pesos,

entre la cabellera enredada de una Medusa griega y enamorada.

Guarden su afán de querer cambiar lo que he construido durante años

con tantos sueños

Y uno que otro desengaño.

¡¡¡¡¡Lárguense payasos de medio pelo!!!!!

¡¡¡No me interesa tener más que ver con intermediarios!!!

Después de haber lidiado con sus patrañas,

sus olores y sus cuentos baratos;

no me quedan ni cinco de ganas

ninguna ilusión, ninguna esperanza,

de conocer a ese

que en circo les paga.



domingo, 3 de abril de 2011

Hoy recuperé mi fe.

"Gandhi dijo que todo lo que hagas en la vida será insignificante.
Pero que es muy importante que lo hagas."


Que madrugue como yo...
que tenga sueños como yo...
que pase malos días como yo....
y que esté dispuesto a compartir tanto malos como buenos conmigo.

Que en vez de criticar y salir corriendo en mis momentos de tormenta
y de asustarse al ver en realidad quien soy,
esté dispuesto a protegerme de la lluvia
tanto como yo estaría dispuesta a hacerlo feliz
muy a pesar de mi torpeza.

He tenido días un poco malos y me he sentido particularmente sola. Pero sé que él está en algún lugar de mundo. Muy probablemente madrugando, tomando mucho café y haciéndose el loco para no deprimirse al devolver el cassette y ver todo el tiempo que ha perdido cumpliendo horarios y escapándose de los sueños.

Sé que debe estar por ahí, en algún lugar del mundo. Y tengo la certeza de que algún día nos encontraremos.

Imagino que aún habrá un par de sapos por besar. Pero sé que cuando él aparezca no habrá besos desperdiciados, promesas innecesarias y el "click" del que tanto le hablo a Sandra aparecerá de inmediato.

Hoy recuperé mi fe.

Mientras tanto a seguir madrugando, soportando a la imbécil de mi jefe y a tener una sonrisa gigantezca muy a pesar de los nubarrones que me ennegrecen el cielo de vez en cuando. Tengo muchos regalos hermosos por los cuales sonreír y todo el montón de cosas que hago dejará alguna huellita en las personas con las que comparto tanto tiempo.




Hoy tuve un día hermoso y, a pesar de que a veces pierdo el tiempo anhelando lo que no tengo, decidí que tengo derecho a ser feliz.