lunes, 18 de abril de 2011

A quien pueda interesar.

A los que dicen tener respuesta a todo.

A los que creen saber cuando en realidad no saben ni a que sabe un dolor de muela.

A los salvadores de desesperanzados y recolectores de almas perdidas.

A los poetas baratos y escritores de pacotilla.

A los ángeles con alas de parafina y parlamento de teatro barato.

A los ladrones de historias y doctores de hospital en quiebra.

A los que huelen a cigarrillo y apestan a poesía de bus ejecutivo.

A los que saben que no saben y aún así pretenden que saben.

A esos,

A aquellos,

A los que ya no quiero

Y de seguro nunca quise.

A los que están en el olvido,

Les quiero pedir un favor:

En poco tiempo pasará un tren.

Es un tren con muchos puestos, poca luz y olores fétidos.

Abórdenlo, no tengan miedo.

Es mejor viajar en un tren que lleve directo al infierno,

Que querer mostrarme luces que no me interesa encender,

Contarme historias que no volveré a creer,

Y dejarme olores que no me dan sino ganas de vomitar.

¡¡¡Váyanse lejos!!!

A vivir en su perfección de mierda,

entre los versos difusos en un billete de mil pesos,

entre la cabellera enredada de una Medusa griega y enamorada.

Guarden su afán de querer cambiar lo que he construido durante años

con tantos sueños

Y uno que otro desengaño.

¡¡¡¡¡Lárguense payasos de medio pelo!!!!!

¡¡¡No me interesa tener más que ver con intermediarios!!!

Después de haber lidiado con sus patrañas,

sus olores y sus cuentos baratos;

no me quedan ni cinco de ganas

ninguna ilusión, ninguna esperanza,

de conocer a ese

que en circo les paga.



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