sábado, 29 de mayo de 2010

Para los ojitos más bonitos que haya visto hasta ahora

Hola ojitos!


Hasta hace un tiempo mis días eran un poco fríos.

Intentaba de todas las formas posibles ahogar un recuerdo que entristecía mis días y no encontraba la forma de darle un color especial a mi vida.


Un día apareció un muchacho alto, que hablaba español un poco raro y siempre llegaba consigo una sombrilla azul.
Al principio no me llamaba mucho la atención.
Era un poco tímido y hablaba con muy poca gente.

Hablando con algunas personas de la oficina me enteré de que le decían pestañitas y eso me pareció chistoso.

"¿Pestañitas?"

¡jajajajajajaja!

A nadie en la oficina le habían dicho así antes.

Pero bueno.

Casi todos los días me lo encontraba en los lockers y me dí a la tarea de sacarle palabras cada vez que lo veía. Me gustó su voz, y su acento británico lo hacía un poco, digamos, interesante.

Muy serio para mi gusto, pensaba.

Pasaron los días y seguimos hablando. Nada importante la verdad, cosas del trabajo, salidas a almorzar con los compañeros, la verdad nada que me permitiera ver quien era en realidad el muchacho de la sombrilla azul que robaba mi atención en esos días.

Al pasar el tiempo, sospechosamente una cabecita mona se colaba en mis pensamientos y unos ojos color miel comenzaron a sacarme sonrisas. Me empecé a preocupar. Hacía rato no tenía intrusos en mi cabeza y mucho menos podían hacerme sonreír.

De ahí en adelante mis excusas para ir al locker a tomar café se volvieron innumerables.

Sé que ese café es horrible y que mi gastritis se empeora cada vez que tomo tinto, pero valía la pena.

Valía la pena, porque cada visita al locker era una excusa para hacerlo sonreír y romper el hielo que había entre los dos. Me encantaba que me hablara, que me mostrara su cuaderno grande en donde organizaba sus horarios y se mostrara feliz porque tenía muchísimo trabajo.

Me comenzó a gustar el muchacho.

Me encantaba que lloviera, porque esa también se convirtió en excusa. La famosa sombrilla azul.
Otro motivo para sacarle palabras y encontrar razones para cuadrar citas en el trabajo.

¿¿¿Citas??? Bueno, para mi lo eran (secretamente)


No sé que pasaba por esa cabecita cuando me miraba. Lo que sí se es que me encantaba mirar sus ojos, sobretodo cuando sonreía. Tomaban una forma especial y me decían que dentro de esa frialdad británica había un corazón feliz al que también le gustaba sonreír.

Un día, al almuerzo, me dijo que tenía que tomar una decisión importante. No se me habría ocurrido que podría ser. Sacó de su maleta unos papeles. Me dijo que le había salido una muy buena oportunidad y que no sabía que hacer. Después de saber de qué se trataba, concluimos que lo mejor era aceptar la oferta y renunciar a la empresa.

Fue muy raro. Yo sabía que él me haría falta, pero también sabía que estaría muy bien, mejor que en donde nos conocimos.

Caminamos bajo la lluvia. Fue chistoso como siempre y, sobre todo, muy MUY especial.
Nos reímos mucho, como ya era costumbre. Él entró a la oficina de la jefe y le comentó el asunto. La decisión estaba casi tomada.

Pestañitas se iría de la empresa :(

Desde ese momento, ir a los lockers no es bonito. Me hace falta el vecino al que hacía reír. Me gustaba llegar al segundo piso y encontrarlo preparando sus clases muy juicioso en la biblioteca. Me encantaba interrumpirlo para hacerlo reír y encontrar mil excusas para escuchar su voz y alargar la visita por lo que duraba un café.

Yup.

When I told you I'd miss you, I MEANT IT.

Pero bueno.

Quiero que sepas que disfruté cada momento que pasé contigo. En verdad me sentí muy bien y me gustaría tener muchas más excusas para verte y hacerte sonreír. Esa sonrisa le dio un color hermoso a mi vida y quisiera seguir teniéndolo por muchos días más.

Por el momento me voy. Tengo una gripa que me está matando de a poquitos y mi mamá quiere llevarme al doctor (algo que odio un poco más que cargar sombrillas en mi maleta)

Cuídate mucho pestañitas.

Sé que todo estará bien y que habrá más oportunidades para vernos y hacerte sonreír

Te quiere mucho:

Tu vecina de locker














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